jueves, 15 de mayo de 2008

Optimismo closetero


Abro mi correo y veo un mail de la comadreja. Es una presentación power point. Ella insiste en que no manda el correo para que nos den ánimos los mensajes optimistas de la presentación, sino para que disfrutemos las maravillosas imágenes de Escocia. La verdad es que las imágenes estaban increibles, pero las frasecillas optimistas al pie de cada imagen tambien. ¡Oh no! Mamá...papá...creo que soy....¡optimista! (llanto, sollozos, negación)

Yo fui una adolescente darky. Siempre he disfrutado mucho de mi lado oscuro, amo profundamente el sarcasmo y la ironía, y nunca me va a caer bien Miguel Angel Cornejo, pero conforme pasa el tiempo me doy cuenta de una cosa, ya no me gusta el pesimismo real. Y creo que nunca me di cuenta de que poco a poco me he vuelto una persona muy optimista y positiva. ¿Será esto un resultado irremediable de la edad? Yo creo que a la buena comadreja le pasa algo parecido, y nos manda su nueva ideología disfrazada de "imágenes de Escocia", algo así como las imágenes sexuales en el camello de los cigarros o en los cubos de hielo de los anuncios.

Sólo puedo escribir que a pesar de seguir prefiriendo leer a Oscar Wilde y apreciar el sarcasmo de Calvin y Hobbes, esos mails que manda la comadreja desde Canadá me sacan una sonrisa y me hacen apreciar las cosas buenas que tengo, y me hacen pensar en las cosas universales que muchas personas de distintas culturas valoran de igual manera. Ese tipo de cosas que siempre decía mi abuela, que yo escuchaba como ñoñerías y que ella decía como verdades absolutas.

Que cosas ¿no? Que simple es todo y como nos gusta complicarlo. De todas maneras reitero esto ¡No se una a los optimistas! (de verdad que me dan escalofríos esos grupos) ¡mejor sea un optimista closetero como mi comadre y como yo!

Buen dia (jaja)

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