lunes, 19 de mayo de 2008

Exagerar: encarecer, dar proporciones excesivas.

Quiero creer que todos tenemos momentos en los que todo se ve desproporcionadamente catastrófico. Quiero creer que hay una explicación. Odio mis momentos de exageración. Esos en los que invento una conspiración maligna en mi contra y me tiro en una habitación a media luz con la mano sobre mi frente y digo "¡Ay de mi!" como si fuera un personaje que Shakespeare olvidó incluir. Luego me pongo de pie, me veo en el espejo, ruedo mis ojos y digo "¡Basta! Que fastidio sufrir por todo." La parte mona de esta historia es que no pasa todo el tiempo, sólo cuando se crea un desequilibrio de sustancias en mi cerebro (si, pinches hormonas caray)
Creo que no me queda claro porque este afán por ser víctimas fatales del destino cruel. A mi no me gusta sufrir, sin embargo, a veces parece que hago todo lo que esté en mis manos por arruinar las cosas chidas. Un amigo me dijo hace poco que la raíz de ese sufrimiento chafa esta en suponer, y creo que tiene razón. Muchas veces supones algo sólo para escribir la trama de tu traginovela, porque a veces es mejor vivir en un mundo de supuestos que ponerse a trabajar en las cosas reales que realmente importan. Creo que es más fácil ser la víctima de tu mundo imaginario a ser una persona real que debe enfrentarse a muchas cosas, entre ellas a miedos reales, pero lo más aterrador de todo eso que hay en el mundo real es hacerse responsable por todo lo que uno hace, sea bueno o malo.
No hay moraleja para esta historia, sólo una pregunta final : Y usted ¿exagera?

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Fantasma

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