Este año al fin hice realidad mi sueño de tomar yoga. Siempre me resultó interesante ver fotografías sobre las posturas, leer sobre los chakras y todo el aspecto energético. Aquello de que es un estilo de vida al parecer es cierto. En lo personal disfruto como nada el desconectarme del mundo en mi cabeza, que suele revolotear entre recuerdos y obsesiones viejas. Cambiar aquello por vivir el aquí y el ahora. Concepto fabuloso para todo aquel que procese un millón de pensamientos por hora.
Creo que podría acostumbrarme a la buena vida. Al parecer la felicidad se encuentra sobre un tapete de yoga.