lunes, 17 de enero de 2011

Aquí y ahora

Pongo mi tapete rosa sobre el piso, me quito los zapatos y la credencial de acceso. Desconecto mi mente de las mil cosas que rebotan de un lado a otro sin control y reto a mi cuerpo a estirar músculos que ni siquiera sabía que tenía. Escucho mi respiración como si fueran las olas del mar en un suave ir y venir.

Este año al fin hice realidad mi sueño de tomar yoga. Siempre me resultó interesante ver fotografías sobre las posturas, leer sobre los chakras y todo el aspecto energético. Aquello de que es un estilo de vida al parecer es cierto. En lo personal disfruto como nada el desconectarme del mundo en mi cabeza, que suele revolotear entre recuerdos y obsesiones viejas. Cambiar aquello por vivir el aquí y el ahora. Concepto fabuloso para todo aquel que procese un millón de pensamientos por hora.

Creo que podría acostumbrarme a la buena vida. Al parecer la felicidad se encuentra sobre un tapete de yoga.

Fantasma

Cerró la ventana y apagó todas las luces. Se sentó al centro del tapete, justo en medio de la sala. Tomó una vela aromática que había dejado...