domingo, 6 de noviembre de 2011

Urgente

Por alguna razón desconocida las últimas semanas han sido especialmente difíciles. Las grandes preguntas que uno siempre debe de hacerse habían estado en el tintero por los últimos meses y de pronto, cual si fuera una lata de gusanos salieron disparadas con gran fuerza. Quizás ahora estoy padeciendo de demasiada introspección.

Siento la urgencia de cambiar. Cambiar de casa, cambiar de trabajo, cambiar, cambiar, cambiar. Me detengo justo antes de saltar y pienso en todas las posibilidades. Trato de convencerme de que hay buenas razones para aún no dar el salto grande, sigo pensando que aún no estoy lista y que tengo que ser paciente.

Trato de empujar este malestar por la ventana, aventarlo contra la puerta, hacerlo rodar por las escaleras, pero no se va. Lo escupo, lo grito y lo lloro, pero no se va. Por meses probé encerrándolo en un frasco sin agujeros para que se ahogara, pero escapó. Ahora voy por la casa con una redecilla para mariposas esperando que se descuide para intentar deshacerme de él una vez mas...

Fantasma

Cerró la ventana y apagó todas las luces. Se sentó al centro del tapete, justo en medio de la sala. Tomó una vela aromática que había dejado...