lunes, 16 de noviembre de 2009

Caras vemos...



He estado indecisa sobre que escribir. Empecé varias cosas que al final no me convencieron, pero finalmente todas esas cosas tenían algo en común. Hace poco platicaba con una amiga sobre la gente que se esfuerza demasiado por "ser" de una manera, pero que al final resultan ser tan falsas como dentadura postiza pegada con Corega.

Odio la falsedad. Algo he aprendido en estos años, y eso es que no puedes aparentar ser, no funciona. Debes asumirte tal cual eres. Claro que se puede cambiar todo eso que no nos gusta ni convence de nosotros mismos, pero antes de hacer eso debemos aceptarnos.

No se puede mantener una máscara las veinticuatro horas del día. No se puede aparentar de forma perpetua.  aquel que lo intente debe de estar exhausto todo el tiempo. Sin embargo, es sorprendente la cantidad de gente falsa que uno se topa a lo largo de los años.

La segunda cosa que odio casi tanto como la falsedad es el cinismo. No soporto toparme con el cinismo descarado de alguien que se burla en tu cara. Y al pensar un poco más uno se da cuenta de que va junto con pegado una cosa de la otra.

Por lo pronto lo único que persigo es liberarme de esas pocas cosas y personas que quedan con esas características por aquí y por allá. Aún cuando puedes ver detrás del cascarón, aún cuando sabes lo que puedes esperar no deja de ser irritante y frustrante estar en contacto con ello todo el tiempo.
"El hombre emplea la hipocresía para engañarse a sí mismo, acaso más que para engañar a los otros." Jaime Balmes

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Fantasma

Cerró la ventana y apagó todas las luces. Se sentó al centro del tapete, justo en medio de la sala. Tomó una vela aromática que había dejado...