domingo, 19 de octubre de 2008

Plástico

Nunca he digerido muy bien el plástico, me cuesta trabajo. Comienzo a pensar que el cuerpo humano no fue diseñado para tragar tanto plástico...en el sentido figurado, obviamente, no crea usted que después de desempacar mis compras en el supermercado me botaneo las bolsas, me refiero a que aun no comprendo ese mundo de sonrisas falsas y amistades por convenencia, de puñaladas por la espalda y elitismo descarado, de lujuria tan extrema que ya hasta revuelve el estómago...y viera usted que no soy mocha, pero aun así me ponen el jesús en la boca. No pertenezco y no quiero pertenecer, pero ya tengo el pie adentro, quizás me arrepienta si no paso a ver. A fin de cuentas para eso se hicieron las salidas, si no le parece salga usted.

Aun no tengo el escrupulo para pasar sobre mi dignidad, mi ética y mi humanidad para apoyar a la planta alta, para querer jugar su juego y seguir sus reglas. Yo no. No concibo vivir en el plástico constante que seguramente llega a intoxicar. No me creo capaz de sonerir todos los días de dientes para afuera. No creo más en el dinero que en la satisfacción personal. Sin embargo creo que cuando las oportunidades llegan y por sí solas se meten entre tus manos, vale la pena revisar, jugar un rato, explorar, intentar. Así que voy a jugar un rato con las sonrisas de plástico y espero salir completa y sabiendo un poco más.

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Fantasma

Cerró la ventana y apagó todas las luces. Se sentó al centro del tapete, justo en medio de la sala. Tomó una vela aromática que había dejado...