
De vez en cuando hay que hacer - una pausa - contemplarse a sí mismo - sin la fruición cotidiana - examinar el pasado- rubro por rubro -etapa por etapa - baldosa por baldosa - y no llorarse las mentiras - sino cantarse las verdades.
M.Benedetti
En estos casos resulta imposible entenderse. Saber que se quiere. Animarse a saltar cuando se encuentra en pedazos no parece tan prudente, sin embargo quizás sea lo que se necesita. Un gran salto que acomode las partes, que vuelva a poner todo en su sitio, que aunque no fuere el mismo que se tenía en definitiva es el nuevo sitio que le corresponde.
Vivir los cambios, afrontarlos. Mirar hacia atrás, sonreir un poco. Continuar pero sin apresurar el paso, sin detenerse tampoco. Encontrar el envidiable justo medio que cada día parece tan posible como la olla de oro al final del arcoiris. A veces se puede sentir cerca, a veces se toca unos segundos, a veces está lejos, a veces en partes. Insisto, sólo es cosa de regresar lo que está regado a un mismo sitio...aunque ya no fuese el mismo de antes.
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