domingo, 8 de diciembre de 2019

Insomne

Busco acomodarme en la cama variando mi postura un milímetro cada segundo. No puedo acomodarme. Recuerdo entonces esa app que compré para meditar, elijo la meditación profunda para dormir de 30 minutos, y después de respirar y sentir mi pie izquierdo me rindo. Quizás fui muy ambiciosa, voy a intentar respirar...¿cuánto tiempo será bueno? Elijo un minuto porque no me tengo mucha fé. Regreso a la meditación profunda para dormir, tal vez si elijo cinco minutos tenga mejores resultados. Comienzo con respirar profundo, pero me fastidio. Solo quiero salir corriendo, lo cual es tremendamente estúpido en este preciso momento porque mi pie sigue atrapado en esta férula.

Tengo tantas ganas de arrancar esa férula y estirar mi pie. Rascar y rascar mi piel. Caminar a la cocina y lavar los trastes sucios. Treparme a la escalerilla para poder bajar el arbolito de navidad y ponerlo yo solita. Tengo tantas ganas de poder hacer lo que se me venga en gana sin tener que pedir ayuda, sin sentir que invado el tiempo de otro, sin tener que ser esta mujer enojada porque no puede. Tengo tantas ganas también de salir corriendo de mi mente, que no quiere darme tregua cinco minutos para conciliar el sueño. ¿De dónde viene esta horrible frustración? ¿Por qué no puedo respirar profundo por cinco minutos ni dejar de llorar? ¿Por qué me siento como una isla solitaria?

Mi mente regresa al momento en que el doctor revisó mi radiografía y mi pie sin bota. Mi pie mutilado, con dos grandes cortadas cosidas con hilo negro, y con una cosa atravesada, incrustada en mis huesos. Luego recuerdo que me dijo: 3 semanas más. Y ahora, viendo el techo de la recámara me repito: 3 lunes más. Más lágrimas ruedan por mis mejillas y humedecen la almohada. Me ahoga la desesperanza. ¿Tres semanas más de estar montada en este sube y baja? Pffftt

Si tan solo pudiera dormirme tres semanas al hilo...dijo la insomne que no pudo relajarse por cinco minutos. Que prueba tan dura, que forma tan severa de obligarme a resolver mis pendientes antes de continuar a un nuevo año. Me pregunto, si con esta no aprendes lo que sea que está pendiente, ¿qué más necesitas? Tengo mil preguntas, pero ningún deseo de hablar con quien crea tener todas las respuestas. Tan solo quiero estirar mi pie, y sentir que puedo correr si así lo quisiera.


No hay comentarios:

Fantasma

Cerró la ventana y apagó todas las luces. Se sentó al centro del tapete, justo en medio de la sala. Tomó una vela aromática que había dejado...