domingo, 18 de octubre de 2009

Mente en blanco


Hoy desperté con un sabor extraño. Desperté como inyectada con anestésicos. Puedo ver pero no puedo sentir.
Abrí mi facebook (un vicio diario) y vi una foto de quien era mi mejor amiga en la prepa y buena parte de la universidad. Ella decidió un día que yo ya no estaba en esa lista de gente que necesitaba y quería en su vida. Yo aprendí a leer las señales y me di vuelta. Fue uno de esos momentos en los que la vida te sacude y te pide que reacciones. Una de tantas lecciones que te muestra que la gente no es lo que parece. Generalmente recordarla siempre me produce algún tipo de punzada en el corazón, pero hoy no. Hoy sólo observé y pensé en que voy a desayunar.
Es tan curiosa esta sensación. Después de esta horrible oleada de dolor con la que he vivido los últimos meses es en verdad un alivio no sentir nada. Después de todo este remolino, después de toda la fuerza que fue necesaria para abrir los ojos y levantarse de la cama es simplemente un gran alivio ver sin sentir.
Me gusta esta sensación de no darle tantas vueltas a nada, me gusta el sólo preocuparme por el aquí y quienes forman parte de él. Me gusta poder escuchar música por la mañana y sólo disfrutar la música.
La paz de la mente en blanco es indescriptible.

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Fantasma

Cerró la ventana y apagó todas las luces. Se sentó al centro del tapete, justo en medio de la sala. Tomó una vela aromática que había dejado...