viernes, 30 de diciembre de 2011

Suavemente

Ayer hice un experimento curioso con un fin muy específico en mente. Debo admitir que probablemente fue un poco rudo, pero fue efectivo.

Verá usted, tengo yo un amigo a quien le tengo mucho cariño con quien llevo una de esas relaciones indefinidas. Últimamente se acercó más de lo habitual, lo cual me hizo preocuparme respecto al control que tenía sobre la situación, así que decidí hacer algo deliberado para alejarlo. Tomé valor con unas cuantas copas de vino y le dije que lo quería mucho y que quería saber que sentía por mi. Evidentemente puso pies en polvorosa y estoy segura que durante meses (si no es que años) no volveré a saber nada de él. 

Es un caso triste porque siempre está flotando en el limbo, y es de esas personas a quienes si te les acercas demasiado te hacen daño. Me resulta curioso que para alejar a alguien haya que decirle que lo quieres mucho. Me resulta curioso también que corra despavorido en cuanto intentas acercarte un poco. Cierto es que al construir una barrera a nuestro alrededor nos protegemos, pero también nos aislamos. Cuesta raspones, moretones y muchas lágrimas comprender al fin que al permitir amor, sin importar que etiqueta tenga (de pareja, de familia, de amigos) te nutres y te vuelves genuinamente más fuerte aunque el riesgo es ser vulnerable
.
Lamento que mi experimento haya funcionado, pero ya dijo es maestro Cerati, "Tenés que comprender que no puse tus miedos donde están guardados, y que no podré quitártelos si al hacerlo me desgarras". A mi no me gusta que me traten como objeto, a mi me gusta ser tratada suavemente y ya no pienso permitir que me lastimen con mi autorización. Ahora suspiro con alivio, aunque con un leve dejo de tristeza. 
No quiero soñar mil veces las mismas cosas, ni contemplarlas sabiamente. Quiero que me trates suavemente. Trátame suavemente, Soda Stereo.

No hay comentarios:

Fantasma

Cerró la ventana y apagó todas las luces. Se sentó al centro del tapete, justo en medio de la sala. Tomó una vela aromática que había dejado...