Estoy cansada de esperar la cicatrización. Es hora de cauterizar me guste o no. Alguno tiene que tener fuerza suficiente para cerrarle la puerta a este juego absurdo. No me patees la cara con te quieros huecos de cuates entrañables. Ya no recicles las palabras, que las tengo identificadas y les he negado el acceso.
Ya no es dolor, es hastío. Estoy cansada. Quiero dejarte allá atrás, sabiendo que ya no vas a regresar a saltar detrás de algún arbusto para robarme la calma que tanto trabajo me ha costado acumular. Dicen que nuestro cerebro no entiende de presente, pasado o futuro. Dicen que lo que piensas lo vives en tu mente y es pura realidad. Por eso creo que si no te vulevo a pensar estaré a salvo.
Ya no juego. Pidos. Salvación por todos mis amigos.
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