domingo, 24 de febrero de 2008

Recordando...

Uno recuerda historias infantiles y los labios involuntariamente se arquean.



Que fácil era creer cosas cuando se tenían 8 años. Historias fantásticas; puertas a otras dimensiones en los baños de la escuela; personajes que podían ser invocados con sólo repetir su nombre una y otra vez; sentir que la Mona Lisa vigila tus pasos y jurar que te está viendo desde hace rato; envalentonarse para ver una película de terror y colarse en otra cama por la noche para no pensar en Freddy Krueger; sentarse en las mañanas a ver los snorkels con un plato de cereal más dulce que una cucharada de azúcar; sudar cuando no hiciste la tarea y brincar de alegría al final porque olvidaron revisarla; no tenías ni idea de que era la SHCP...



A veces extraño tener 8 años y basar mi amistad en "córtalas" y "pégalas". Olvidarse de todas las cosas malintencionadas que te hayan dicho simplemente porque uniste tus dedos índice y pulgar a los de otra persona en señal de buena voluntad.

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Fantasma

Cerró la ventana y apagó todas las luces. Se sentó al centro del tapete, justo en medio de la sala. Tomó una vela aromática que había dejado...