martes, 5 de febrero de 2013

Fuerza

A veces olvido lecciones importantes y vuelvo a caer en lugares oscuros en los que ya había estado antes. Muchas veces dejo de creer en mi y me siento poca cosa. A veces desespero y dejo que me pisen. Que me hagan creer que soy ordinaria y prescindible. La soledad se transforma en una necesidad ciega.

Muchas veces dejo entrar en mi vida a quien sea que quiera hacerlo, como si tratara de un club barato. Imagino que no puede ser peor que estar sola, pero luego el dolor llega en oleadas intermitentes. Siento que me ahogo en la tristeza y la desesperanza. Después dejo de luchar por salir a la superficie. Pero hay algo en mi fuerte e invencible como una roca en medio de la tempestad. No pueden destruirme por mucho que lo intenten.

He de llorar y de estar triste por unos días, pero después volveré a estar en pie. Soy guerrera y seguiré a pesar de las heridas. Lucharé hasta que pierda esa batalla final.

Hay días como hoy, en los que floto en un escombro sobre las aguas. Sonrío porque tengo fé en la poderosa fuerza que encierro. Sonrío porque se que no estoy a la deriva.

A veces me encuentro tan adolorida y confundida que sólo quisiera aullar. Gritar y golpear el suelo con los puños. Pero se que esta ira ardiente después se volverá un impulso que me volverá a llevar hacia adelante. Quizás saldrá vapor por mis orejas, pero también moverá mis pies.

No pueden destruirme, porque llevo fuego, vida y fuerza en los bolsillos, y siempre tengo suficiente.

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Fantasma

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